"Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua." Rosa Luxemburgo

domingo, 2 de octubre de 2011

4 años después, y las ramas no nos dejan ver el bosque…

por Jokin_Zabal@

Aunque la caída de Lehman Brothers se produjo el 15 de Septiembre de 2008, los bancos centrales de Estados Unidos (FED), Europa, Canadá y Japón ya habían inyectado grandes cantidades de dinero en sus sistemas monetarios durante 2007; primero tímidamente en agosto, después masivamente durante el “septiembre negro”. 

Este hecho pasó absolutamente desapercibido, pero ya han pasado más de 4 años desde que la crisis se desató…

Desde luego, el panorama general pinta cada vez peor, y hasta la ONU ha alertado recientemente de que en Estados Unidos y, especialmente, en Europa estamos tomando las medidas de política económica exactamente contrarias a las que podrían funcionar para superar la debacle financiera y económica [1].

Como prueba de la incertidumbre y la falta de confianza que impera en estos días de juegos multipersonales de suma nula [2], mientras que el mercado de CDS (Credit Default Swaps, o derivados financieros de cobertura por impago de créditos) ha perdido vigor durante los últimos 3 años, con más de un 9% de caída, los derivados sobre CDS, que se estimaban en 450 billones de euros (10 veces el PIB mundial) a principios de 2010, se estiman en 720 billones de euros (17 veces el PIB Mundial) a principios de 2011 [3] [4] [5] [6]. Esto quiere decir que, en realidad, la gran mayoría de CDS se utilizan con fines especulativos, derivándolos adicionalmente, y convirtiéndose en los verdaderos responsables de la elevación de los tipos de interés de la zona euro; y se trasiegan por apenas una docena de grandes bancos en un mercado secundario extremadamente opaco, controlado mediante reuniones mensuales de sus más altos accionistas. Mientras los CDS disminuyen, el temor de impagos generalizados lleva a “empaquetarlos” (derivarlos) en un intento de externalizar los riesgos que conllevan en caso de los percibidos eventuales, pero ciertos, impagos. Es la misma lógica que la de los derivados sobre las hipotecas subprime con las que empezó todo; sólo que ahora las cifras son astronómicas, y el agujero supera en 17 veces la capacidad de la economía real mundial. La burbuja está servida, la Gran Depresión se abre, y nos esperan años de sufrimiento y dolor… A corto y medio plazo no hay más.

Con todo, he de reconocer que allá por mediados de 2008 veía la crisis como una oportunidad, o como una amenaza menor, albergando aún la esperanza de que sirviera como revulsivo para darnos cuenta de que el sistema en sí mismo no deja alternativas de futuro sino fuera de él. Me alegré al principio, cuando a Sarkozy, con el respaldo de Merkel, se le llenaba la boca de buenas intenciones, prometiendo “refundar el capitalismo” en las subsiguientes cumbres del G-8 y del G-20 [7].

Pero no sólo no hemos refundado el capitalismo, sino que la desigualdad, su verdadero motor, que ya ha venido aumentando durante los últimos 20 años, tanto entre países como dentro de cada país [8], no ha hecho sino acelerar vertiginosamente su ritmo durante los últimos 3 años, llegando a una concentración de la riqueza mundial sin precedentes [9].

Ha pasado el tiempo, 3 años ya, y nos hemos olvidado de “refundar el capitalismo” para hacer todo lo contrario: le hemos dado varias vueltas de tuerca para llegar a una situación económica-financiera surrealista de la que difícilmente saldremos, y si lo hacemos será a costa del sufrimiento y la muerte de millones de personas.

Pero la tristeza que me embarga en estos momentos, ya inmensa en sí misma, no es sólo por esto. No.
La tristeza infinita que me sobrecoge y se apodera de mí me la produce la firme creencia de que mediante la sinrazón del miedo se está sembrando una “doctrina del shock” [10] con la que se utilizan las ramas para impedirnos ver el bosque…
Las ramas ya las conocemos…

El bosque lo delimita la 2ª Ley de la Termodinámica, o Ley de la Entropía según la cual, a partir del descubrimiento y formalización por Albert Einstein de las intuiciones primeras de Lavoisier de que, en el espacio finito pero ilimitado “la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma”, en la transformación de la energía y de la materia siempre hay parte de la energía y de la materia que se degrada y que se pierde para el aprovechamiento humano, y esto impide volver al estado original con igual cantidad de energía y materia (irreversibilidad) [11].

Como prueba del límite insalvable que nos impone la Ley de la Entropía, con la extracción y posterior transformación de fósiles en fuentes energéticas secundarias que venimos realizando sin menor miramiento ni restricción, hemos desencadenado un cambio climático en el que los científicos mundiales descuentan sin duda un incremento de entre 2º y 3º C en los próximos 25 años en el mejor de los escenarios, uno de energías alternativas, desglobalización y desindustrialización que nada tiene que ver con la eventual solución al actual panorama que se atisba y adivina, una de geopolítica en continuo conflicto y basada en un crecimiento mundial tan sólo evaluado de forma miope con los estrechos planteamientos del PIB. En este último escenario, el tendencial, los científicos estiman que la temperatura media global se incrementará por encima de los 6º C, sin disponer de conocimiento ni de acuerdo de cómo podría afectar tal situación al género humano, aunque con el consenso y la convicción de que en ninguna forma buena y todas catastróficas [12]. De hecho, las primeras consecuencias de nuestra construcción social, de este necrocapitalismo [13], ya se han dejado notar, y han vuelto a psar desapercibidas, en forma de guerras climáticas, en Sudán [14].

La tristeza es infinita, pues hoy, 4 años después, más que nunca, el mundo marcha en rumbo de colisión [15]; y sólo la unión nos dará la fuerza necesaria para superar el reto formidable que las leyes de la física plantean sobre nuestro desarrollo.

La primera cita será el 15 de Octubre de 2011…
Si no, no serán “los mercados” quienes nos ubiquen donde nos corresponde, lo harán los ecosistemas… 

Notas:
    [8] Informe sobre Desarrollo Humano 2010 —Edición del Vigésimo Aniversario, “La verdadera riqueza de las naciones: Caminos al desarrollo humano”. NACIONES UNIDAS – PNUD, Nueva York, 2010 (http://hdr.undp.org/es/centrodeprensa/; Acceso 17/09/11).
    [11] Georgescu-Roegen, N. (1971): The Entropy Law and the Economic Process, Harvard University Press, Cambridge, Massachusetts.
Jokin_Zabal@ es el alter ego de José Anastasio Urra Urbieta, Profesor Titular de Organización de Empresas en la UV, miembro de ATTAC País Valencià, delegado sindical de CGT, y autor del libro “Las mentiras de la crisis… ¿Una anécdota en el ciberespacio..?, by Jokin_Zabal@” (http://www.attacpv.org/ public/www/web3/images/file/LasMentirasDeLaCrisis.pdf).