"Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua." Rosa Luxemburgo

domingo, 17 de junio de 2012

Cambiar de rumbo ya

por Andreu Tobarra Sanchez,
miembro de la Plataforma Auditoria Ciudadana de la Deuda - País Valencià, PACD - PV 
10 de junio de 2012

Acabamos de asistir a una actuación que ha terminado sin más aplausos que los flashes, no tenía público como es habitual, fuera de algunos escasos momentos que se suelen dar en las campañas electorales y que necesitan gente, seres humanos reales de carne y hueso. Esta es la escenificación habitual de un extraño grupo que dice representarnos pero que solo sabe obedecer o mandar, que ignora y rechaza lo que es el diálogo entre iguales.

Quince horas desde el anuncio oficial del rescate ha necesitado el presidente del gobierno Mariano Rajoy para presentarse en una rueda de prensa absolutamente domesticada, donde tímidas, corteses y nada críticas preguntas son contestadas con la demagogia y deformaciones más groseras. Una vez más presenciamos una representación que parece corresponder a otra dimensión, a otro planeta, muy diferente de este en el que habitamos el 99%.
La primera consecuencia a extraer de la situación es que la casta política y sus acólitos mienten, y lo hacen descarnadamente, sin ningún escrúpulo o rastro de moralidad. No hay que creer en sus palabras, mienten, sin que exista la posibilidad de que puedan cambiar lo más mínimo, y lo que es incluso peor, van a seguir mintiendo mientras sigan ocupando la cara más visible de la representación. Es más espectacular el papel del PP, puesto que estos tienen ahora el papel protagonista, sin embargo, leer y escuchar a la “oposición” del PSOE, en su papel de primer secundario, llega a adquirir tonos vomitivos. La explicación es simple y extensamente conocida: cobran del 99% pero trabajan para el 1%.

En segundo lugar, hace falta una respuesta inmediata que recoja y agrupe toda la indignación que se añade a la ya existente. Para ello, el mejor camino es que sindicatos y 15M, tomando la iniciativa, unitariamente entre ellos y reuniendo a todas las organizaciones y movimientos sociales, convoquen en muy pocos días una respuesta colectiva en todo el estado. No dejar que el desánimo, la angustia por la situación que se vive y su empeoramiento como única perspectiva, invadan los sentidos de nuestra gente, impidiendo que la protesta colectiva aflore. Trabajar inmediatamente por que no quede tapada la lucha colectiva como instrumento posible de rectificar un rumbo ya en caída libre, hacia una precariedad y degradación que parece no tener límite.

En tercer lugar, reflexionemos críticamente en torno a alguno de los argumentos principales que se han lanzado en estas quince horas de pre-rescate. Aceptemos por un momento el argumento de que “todo ha terminado”, es decir, que con este rescate bancario acaba el drama y a partir de ahora ya no hará falta nada más para que las cosas vuelvan a ser “como antes”. Esto no es posible, las cosas suponiendo que “todo haya terminado” no van volver a ser “como antes”, es desgraciadamente imposible.
Las cosas no han hecho más que empezar: 
  • ·        una mayoría de las medidas que se han puesto en marcha no han manifestado el grueso de sus efectos todavía (por ejemplo, muchos que aun tienen prestaciones sociales, por desempleo, verán estas reducirse y desaparecer en los próximos meses, nuevas pérdidas de vivienda se añadirán, …)
  • ·        otras medidas de ajuste aprobadas todavía no han empezado a actuar (retraso edad de jubilación,…)
  • ·        y otras apenas existen hoy salvo como anuncio de lo que vendrá (subida del IVA, caja pensiones públicas,...)
El rescate de este tercio de la banca española será contabilizado en la deuda del estado, incrementándola y asimismo provocará también un crecimiento del déficit, ya que los intereses de la misma repercutirán en las cuentas presupuestarias del año en curso, puesto que es el Estado español el último responsable de devolver el dinero prestado.

Es decir, los próximos años (¿cuántos años?, ocho, diez, quince, es muy difícil de calcular sin caer en la especulación, pero no pueden ser unos pocos), suponiendo que “todo haya terminado”, la vida continuará como si todo no hubiese terminado y la “caída libre” no se detendrá en absoluto, al empeoramiento que se ha producido hasta hoy en la condiciones vida van a añadirse mayores ajustes que añadirán mayores cotas de dolor y miseria.
 
Si dejásemos la crítica al argumento así, los que mentiríamos seríamos nosotros. Desgraciadamente hay más, en primer lugar no hay ninguna garantía de que “todo haya terminado”, nuevas inyecciones de capital público, que justifican y provocan nuevos recortes sociales, pueden ser necesarias y no solo me estoy refiriendo al estado español, Italia sigue a la espera. En segundo lugar, el 1% que lleva el timón social no parece tener la más mínima intención de que las cosas vuelvan a  ser “como antes”, algunos ingenuos o malintencionados pueden hacerlo creer así, pero las medidas, los decretos, las leyes, las modificaciones en la constitución, se han hecho para quedarse.

¿Alguien de este planeta y esta dimensión puede defender que en cuanto las cosas vuelvan a ser “como antes” toda la legislación y las prácticas que la acompañan van a revertirse inmediatamente para volver a dejar las cosas como estaban antes de la crisis? El 1% está construyendo un nuevo diseño social, con un reparto mucho más inequitativo que hará de la vida algo más difícil de vivir para muchos y muchas, y es un nuevo diseño social pensado por ellos para quedarse para siempre. No está solo pensado para aplicarse al 99% que está aquí y ahora, está dedicado  a los que ahora son solo unos niños y también a todas las generaciones que han de seguirles.
 
El 1% trabaja para el futuro, su futuro como clase dominante. El descenso de peldaños de bienestar continuará y continuará  hacia un nuevo modelo social de precariedad permanente mientras no tomemos las riendas y corrijamos el rumbo.

Finalmente, desde la Plataforma Auditoría Ciudadana de la Deuda podemos aportar nuestras fuerzas para ese cambio de rumbo imprescindible lanzando una campaña como “abramos los libros” que ayude a recoger toda la indignación que encierran las mentiras de las elites. Va dirigida a todas las cuentas públicas de las instituciones estatales, autonómicas y locales, pero también de todas las entidades no públicas que hayan solicitado ayudas de la caja común del estado.

Es conveniente que recordemos que de las siete entidades bancarias (Caja Castilla La Mancha, Caja Sur Unimm, Banco de Valencia, Caja de Ahorros del Mediterráneo, Novacaixagalicia y CatalunyaCaixa) la mayoría mintieron exageradamente en torno a sus balances, de hecho presentaron beneficios en el 2010 y el 2011, inmediatamente antes de saltar por los aires, con la agravante de que cuanto más grandes, más falsearon los datos de sus libros de contabilidad. Se les hacen auditorías tras la intervención con inyección de capitales ingentes del estado y los libros siguen cerrados para la ciudadanía y todavía sigue sin existir un solo banquero encarcelado.

Abramos los libros” es la condición necesaria y principal para realizar auditorías ciudadanas de la deuda, una deuda que en poco más de una decima parte corresponde al sector público, sin contar la transferencia continuada que se ha establecido y se pretende continuar entre la deuda privada convirtiéndola en deuda pública a cargar por los hombros de todas y todos.

Incorpora la necesidad de transparencia que es exigible a lo público y a lo privado que vive de lo público. ¿Qué ocultan? ¿De qué o quienes se esconden? La justificación del secreto empresarial por motivos de competencia es un sinsentido, ¿contra quien compite el sector público? ¿contra si mismo? Y las entidades intervenidas que han estallado y ya no son competitivas, ¿Por qué siguen con los libros cerrados para el 99%?, porque recordemos que el gobierno sí conoce el estado de los libros de contabilidad propios y de al menos de las entidades donde interviene. 

El secretismo no está diseñado para que los habitantes del 1% puedan competir hábilmente entre ellos sin que otros puedan robarles información vital para sus estratégicos planes, es para mantener sus prácticas ocultas y no tener que justificarlas (cosa harto difícil dado su inequidad, inmoralidad y despilfarro de recursos sociales que, entre otras cosas, suponen) al 99% y estos no visibilicen palpablemente el injusto reparto social que suponen.

“Abramos los libros” es también la condición previa para conocer que parte de la deuda dejaremos de pagar y si alguna será pagada, junto a ello es un camino imprescindible para conseguir que algunos banqueros, altos técnicos a su servicio y algún que otro político acaben en la cárcel. Dentro de pocos días son las elecciones en Grecia que pueden empezar a cambiar el rumbo en Europa, y antes el ejemplo islandés es más que sugerente, es necesario, para ello empecemos exigiendo que se abran los libros.