Cómo contar la crisis española hablando de Ecuador
por Bonifacio Cañibano
Público, 16.11.2012
Rafael Correa llegó ayer por la tarde a la Universidad Pablo
de Olavide de Sevilla en olor de multitudes. Venía a contar cómo salió
Ecuador de la crisis de su deuda o cómo él dijo "de la larga noche
neoliberal" en la que hundieron a su país en la década de los noventa:
la acción conjunta de banqueros insaciables, políticos corruptos y
gobiernos ciegamente obedientes a las recetas desreguladoras del Fondo
Monetario Internacional y del Banco Mundial.
Parecía que estaba
describiendo lo que está pasando en España y en el sur de Europa, porque
la descripción del proceso seguido era casi una calcomanía, así que
para no provocar conflictos diplomáticos advirtió desde el principio de
la conferencia que "no venía a dar consejos al Gobierno español de cómo
salir de la crisis sino a describir lo que había pasado en su país".
La
sala de la conferencia estaba abarrotada de estudiantes y otras tres
aulas más en las que se seguía su intervención por videoconferencia. Aún
así, el aforo estaba desbordado. Fuera, en el campus, un montón de
estudiantes que se había quedado sin sitio, estuvieron gritando durante
media conferencia: "¡Que salga Correa!".
Durante toda su intervención, Correa evita referirse directamente a España
El
presidente de Ecuador fechó el origen de los problemas económicos de su
país en la década de los setenta, en pleno boom petrolero. En esos
años Ecuador crecía a un ritmo del 10%, más rápidamente que China en la
actualidad. Entonces, cuando había exceso de liquidez, empezaron a
aparecer por Quito los burócratas del FMI, del BM y de la banca
internacional predicando el endeudamiento agresivo. El país comenzó a
comprar compulsivamente en el exterior, de todo, y por supuesto
también, carísimos paquetes de armamento.
En el 82 Ecuador ya
no pudo pagar su deuda y la situación explotó. Entonces, dijo, "entró en
funcionamiento la lógica financiera del FMI que prioriza por encima de
todo el pago de la deuda". Los gobiernos ecuatorianos se vieron en la
necesidad de endeudarse una y otra vez para poder pagar los intereses,
cada vez más altos, de una deuda que seguía creciendo. "El objetivo de
la economía pasó a ser el pago de las deudas del propio estado y de los
bancos, mientras la población se iba empobreciendo" añadió, mientras los
estudiantes empezaban a aplaudir con fervor. "El círculo infernal en el
que están ahora Grecia y Portugal", sostuvo Correa, que no mencionó en
esta ocasión a España, por educación con el país anfitrión.
En
Ecuador, subrayó el Presidente, "la deuda privada interna (la de los
bancos) se pagó a base de préstamos externos, pero a costa de endeudarse
el Estado". Tampoco en esta ocasión habló de España, pero recordó que
hace dos años en una visita a Portugal ya advirtió al gobierno luso del
riesgo de que eso mismo ocurriera en el país vecino. Vaticinio cumplido.
"Satanizaban el gasto público, cuando era para pagar a los maestros, pero no para comprar armas"
El
siguiente paso que dio Ecuador también es conocido en estos lares: "Fue
el de las privatizaciones, las desregulaciones y los recortes sociales,
predicados por el consenso de Washington, la biblia del neoliberalismo
para América Latina". (Algo similar a lo que ahora predica Berlín o
Bruselas). "Nos impusieron leyes", dijo el presidente, "que decían que
impulsaban la competitividad y la flexibilidad en el trabajo, lo que es
lo mismo que explotar a los trabajadores", aclaró a unos estudiantes que
seguían aumentando aplausos y entusiasmo. "Satanizaban el gasto
público, cuando era para pagar a los maestros, pero no para comprar
armas", volvió a aclarar.
En esta coyuntura llegó Ecuador al año
2000 en el que quebraron 16 bancos. "Entonces los políticos, que no
representaban a los ciudadanos, sino a los poderes económicos, hicieron
todo lo posible para que la crisis la pagara el pueblo", dijo cuidándose
mucho de no mencionar a España, mientras las cuatro salas aplaudían a
rabiar. Correa señaló que poco antes de la quiebra el gobierno de turno
puso en marcha un Fondo de Garantía de Depósitos, lo que no hubiera
sido una mala idea, si no hubiera tenido como objetivo cubrir las
pérdidas de las entidades financieras que quebraron inmediatamente
después. "Así se socializaron las pérdidas de la banca". El presidente
ecuatoriano se mantuvo firme en su línea de no hacer comparaciones con
España.
El "corralito" ecuatoriano se llamó encautamiento de
depósitos. Es decir, la prohibición del Gobierno de que los ciudadanos
utilizasen el dinero que tenían en los bancos. Luego llegó la
dolarización, los suicidios ("llegamos a conocer un nuevo fenómeno, el
suicidio infantil") y la emigración de millones de ecuatorianos.
(Algunos de los cuales estaban presentes en la conferencia).
"Los políticos hicieron todo lo posible para que la crisis la pagara el pueblo"
Correa
criticó abiertamente la independencia del Banco Central Europeo "que no
está haciendo lo necesario para que Europa salga de la crisis". "La
idea de que la economía no es política, dijo, no resiste un análisis
serio y es una estupidez argumentar que los tecnócratas que la dirigen
toman decisiones sin intereses políticos concretos, como si fueran seres
celestiales que no están contaminados por la maldad terrenal". A estas
alturas el público estaba entregado. Luego se dirigió a los estudiantes y
les espetó: "La burocracia financiera internacional cuando tomas
decisiones no está pensando en solucionar vuestro paro, está pensando en
el pago de la deuda". Y lo dijo con la elegancia de poner cómo sujeto
de esa acción a la burocracia internacional... no a los políticos
locales.
Fue más directo al evocar una pancarta que había visto en
Sevilla esta mañana y que decía: "Gente sin casas y casas sin gente".
"Si se sigue la lógica de los poderes financieros se va a llegar al peor
de los mundos posibles, en el que las personas no tienen casas y los
bancos casas que no necesitan". Los desahucios son inhumanos, dijo, y
"no tiene lógica que alguien que devuelva la casa, por no poder pagarla,
permanezca endeudado de por vida". El presidente explicó que cuando
llegó al Gobierno en el 2007 tomó varias medidas inmediatas: eliminó la
hegemonía de su banco central, auditó y reestructuró la deuda,
eliminando el tramo de "deuda ilégitima"y recomprando bonos a un 35% de
su valor nominal. Después pagó el resto, "para librarse de la
condicionalidad del FMI cómo hizo Brasil o Venezuela". Correa terminó
recordando que "expulsé de Quito a la misión del Banco Mundial y hace
seis años que la burocracia financiera internacional no ha vuelto por mi
país. Ahora estamos mejor que nunca".